miércoles, 1 de febrero de 2012

LA IGLESIA CATÓLICA LE CUESTA A CADA ESPAÑ@L 200€ AL AÑO

La Iglesia disfruta de más de 10.000 millones de euros anuales libres de impuestos. La crisis no está afectando a la institución que se ha convertido, según Europa Laica en un auténtico “paraíso fiscal y financiero de carácter ideológico religioso”.
No le afectan ni la crisis ni los recortes sino más bien todo lo contrario. La Iglesia Católica disfruta de más de 10.000 millones de euros anuales del Estado, libres de impuestos, que repartidos entre 40 millones de españoles da como resultado 200 euros por ciudadano al año.
Esta es una de las principales conclusiones de Francisco Delgado, presidente de ‘Europa Laica’, que anuncia futuras acciones y campañas informativas para “agitar” –según sus palabras- “el estado de la opinión pública” respecto a los privilegios de los que sigue gozando la Iglesia Católica española bajo los gobiernos, tanto del PSOE, como del PP.
Europa Laica ha convocado para el próximo 4 de febrero la VIII Jornada Laicista que se celebrará en Sevilla. La organización viene tiempo recopilando los datos sobre la financiación de la Iglesia Católica española a través de información extraída de las Administraciones Públicas y de otras fuentes, entre ellas, la propia Conferencia Episcopal.
Según el BOE, de fecha 31 de diciembre de 2012, la corporación católica recibirá a lo largo de este año algo más de 13 millones de euros al mes de las arcas públicas.
Pero, esta cantidad representa –según Europa Laica- solo un ingreso a cuenta de los 250 millones de euros que recauda a través del IRPF de parte de todos los contribuyentes, sean católicos o no, lo señalen o no en el impreso de la declaración de la renta. Así que, se prevé que cuando se haga la liquidación final de 2012, correspondiente al IRPF de 2011, serán más de veinte millones de euros al mes.
Pero eso, insiste Europa Laica es solo una parte, “aunque es el secreto mejor guardado, la Iglesia Católica es inmensamente rica”. Al año disfruta de más de 10.000 millones de euros –una “cifra escandalosa”, denuncian-, repartidos entre la Administración central y las comunidades autónomas, vía directa o con desgrabaciones, y a través de diversos conceptos.
Las cifras demuestran que a la corporación católica no le están afectando los recortes y que incluso puede llegar a salir favorecida por la crisis a través de la llamada ‘obra social’ por lo que ingresa una importante cantidad de dinero público. El compromiso, adquirido desde hace años, para que la institución busque sus propias fórmulas de financiación, sigue siendo incumplido sistemáticamente, denuncia Delgado. Y todavía peor, durante el Gobierno de Zapatero, se subió del 0,42% al 0,7% la contribución a través de la declaración de la renta.La IC en España –exenta de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles, IBI-, es propietaria, a través de sus más de 40.000 instituciones (diócesis, parroquias, órdenes y congregaciones religiosas, asociaciones, fundaciones, etc.) de un enorme patrimonio consistente en bienes mobiliarios, inmobiliarios, suntuarios, culturales, capital de fundaciones…, pues aunque cada una de ellas tengan autonomía jurídica y administrativa, no dejan de formar parte de la misma organización o corporación eclesial. “En Ávila, casi un tercio del patrimonio del suelo es de la Iglesia Católica”, pone como ejemplo Francisco Delgado.
Por todo ello, Europa Laica hace un llamamiento a la sociedad para que denuncie “los privilegios económicos, fiscales, simbólicos, jurídicos y políticos, de los que disfruta” y luche por un Estado laico. En este sentido, Delgado subraya la necesidad de una nueva ley de libertad de conciencia e incluso la reforma de la Constitución, en concreto en su artículo 16.3 que regula las relaciones Estado-Iglesia. “La Iglesia es la única entidad privada que aparece en la Constitución”, resalta Delgado.
Las cifras en 2010, desglosadas aproximadas, fueron:
Asignación vía IRPF-2010 (para financiación directa del culto y el clero) 249 millnes de euros (M€)
Asignación IRPF -fines sociales (obra social, cooperación, etc.)- mínimo 80 M€
Exenciones tributarias: IBI, patrimonio, obras… etc. 1.000 M€
Enseñanza: *Personal que imparte religión católica: 700 M€
Financiación de centros escolares de ideario católico: 3.900 M€
Para asistencia sanitaria y para la obra social: 2.500 M€
Diversas fundaciones y organizaciones ideológicas 100 M€
Asistencia hospitalaria directa (CCAA) 700 M€
Funcionarios capellanes (ejército, cuarteles, hospitales…) 25 M€
Mantenimiento patrimonio artístico propiedad de la iglesia católica 500 M€
Fastos y eventos 2011 (*datos conocidos visita Papa Madrid)-previsión- 60 M€
Subvenciones y gastos eventos religiosos y asociaciones ámbito local 290 M€

SWEEZY - CAPITULO I

Las aportaciones más relevantes en el área de la economía de Marx están relacionadas con el método. La propuesta metodológica de Marx se basa en el método abstracto-deductivo, es decir, el pasar de lo abstracto a lo concreto mediante aproximaciones. A pesar de estar claramente influenciado por sus predecesores clásicos, en el método de Marx se observan cambios que lo apartan de éstos; para Marx, la abstracción en sí misma no produce ningún tipo de conocimiento, sino que es una herramienta para poder proporcionárnoslo. Para poder utilizar correctamente esta herramienta que es la abstracción, habrá que tener en cuenta primeramente en qué la vamos a utilizar, y por último identificar claramente los elementos esenciales de nuestro problema.

Sin embargo aplicar el método de Marx no es tan sencillo, puesto que la aplicación dependerá de cada persona, y no todo el mundo lo hará de igual manera, cada cual parte de un punto de vista diferente. Otro aspecto que también hace que aplicar el método de Marx no sea fácil es que no existe una fórmula única para poder separar lo esencial de lo no esencial, con lo que incluso dos personas observando una misma cosa, y abstrayendo sobre esa misma materia, podrán llegar a conclusiones distintas.

Las principales teorías de Marx se centran en lo económico; no es que pensara que todo se podía reducir a términos económicos, pero sus principales estudios se centran en la forma en que lo económico y lo no económico influía en la sociedad, y por tanto en la existencia. La principal hipótesis de Marx al respecto se centraba en que la base para el cambio social se encontraba en los medios de producción y la lucha de clases, es decir, la lucha entre capitalistas y obreros, burguesía y proletariado. Para llegar a esta hipótesis, Marx inicialmente partió de la base que todas las relaciones sociales estaban alejadas entre sí, salvo la existente entre capital y trabajo; seguidamente redujo la relación entre capital y trabajo a su forma más representativa, que son las relaciones que se dan entre capital y trabajo en el ámbito de la industria.

Centrándonos de nuevo en el método y la abstracción, un aspecto importante de la misma es no distanciarse de la realidad observada y tener siempre en cuenta que cuanto mayor sea la abstracción, mayor será el carácter provisional de la información obtenida.

El método usado por Marx es ante todo histórico; para él la realidad social forma parte de este conjunto histórico, un proceso que en principio no tiene fin. Este proceso no es mecánico, sino que es producto del resultado de la acción humana, y esta acción dependerá de la sociedad en que se desarrolle. Mientras que para los no marxistas todo es transitorio, salvo el capitalismo, para Marx éste puede ser víctima de los cambios provocados por la acción humana, y por tanto es y debe ser cuestionado.

Al contrario que muchos de los autores que coexistieron en su tiempo, Marx nunca perdió de vista el asunto de las crisis, si bien no entró nunca al análisis detallado y conciso de dicho problema. Marx trató de las crisis pero en niveles de abstracción tales, que por el camino dejó muchos de los aspectos esenciales de las mismas, por tanto al quedar los análisis incompletos, fueron los seguidores de la escuela marxista los que completaron la tarea.

Con respecto a la producción simple de mercancías, el principio que rige todos los intercambios es mercancía-dinero-mercancía. Con la introducción del dinero y la desaparición del sistema de trueques, es cuando aparece la posibilidad de que estallen crisis, ya que el principio básico (mercancía-dinero-mercancía) se puede truncar en cualquier momento en que falte dinero para comprar, o bien habiendo vendido mi mercancía y teniendo dinero, decida no volver a comprar, con lo que tendremos mercancías sin vender y necesidades sin satisfacer. Sin embargo en un sistema de producción simple de mercancías, la probabilidad de que estalle una crisis es bastante escasa, salvo catástrofe natural o guerra, dado que lo normal será que el ciclo continúe de forma progresiva, y solo en ciertos casos se producirá una acumulación de dinero (no gasto mi dinero) a largo plazo.

Basándose en el funcionamiento del sistema de producción simple de mercancías, los economistas clásicos dieron por hecho que ésta funcionaba de igual manera que la producción capitalista (ejemplo: ley de Say, una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad), de tal manera que se pensaba que el principio básico de intercambios no podía romperse o interrumpirse, con lo que se suponía que tampoco podrían estallar crisis o sobreproducción.
Sin embargo estas teorías han quedado claramente desfasadas, dado que de todos son conocidas las periódicas crisis del sistema capitalista. Para Marx el principio de mercancía-dinero-mercancía era absurdo, ya que no existe la obligación de comprar para vender; venta y compra son dos acciones separadas en tiempo y espacio, por tanto el supuesto de dejar de comprar y seguir vendiendo es posible, y existiendo la posibilidad puede darse la crisis.
La principal diferencia entonces entre el sistema simple de producción y el sistema capitalista es que en éste último, se convierte dinero en mercancía, y la mercancía produce una cantidad de dinero superior a la inicial; por tanto el principio de intercambios sería dinero-mercancía-dinero. Otra de las diferencias además sería que en éste ámbito el capitalista se mueve por el afán de acumular, mientras que el obrero lo hace para sobrevivir y asegurarse un futuro para cuando su fuerza de trabajo no se pueda vender.
Dado que la finalidad del sistema capitalista es la acumulación de capital, la crisis en el sistema es mucho más probable, ya que dependerá del parecer del capitalista. En el momento en que la ganancia disminuya, éste podrá optar por dos caminos: en el primero de ellos, al disminuir la tasa de ganancia, el capitalista reduce la circulación de su dinero y por tanto se produce sobreproducción.
En el segundo caso, el capitalista reduce las operaciones y el resultado es también crisis, ya que el capitalista puede guardar su dinero e invertirlo en otro momento.

SWEEZY - CAPITULO VI

La formulación de la ley por Marx; según el autor, la productividad del trabajo crece de continuo, esta es la “ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia”
De ella, la tasa de plusvalía es constante, la tasa de ganancia varía en sentido inverso a la composición orgánica del capital. Marx en la teoría de la ley demuestra que, ciertos obstáculos internos se oponían al desarrollo indefinido de la producción capitalista, una composición orgánica ascendente del capital es la expresión de la creciente productividad del trabajo, además la tasa descendente de la ganancia que la acompaña tiene que cerrar al fin los cauces de la iniciativa capitalista.
Existen seis causa contrarrestantes, aunque la sexta se relaciona en realidad con la forma de calcular la tasa de la ganancia, las demás pueden ser clasificadas según que su efecto sea mantener la baja composición orgánica del capital o elevar la tasa de plusvalía. Son los siguientes:
· Abaratamiento de los elementos del capital constante; el uso de la maquinaria, elevando la productividad del trabajo, disminuye el valor por unidad del capital constante. Un aumento dado en la composición orgánica del capital, haciendo bajar el valor del capital constante, actúa en cierta medida como su propio correctivo.
· Aumento de la intensidad de explotación; la prolongación de la jornada de trabajo eleva directamente la tasa de plusvalía, aumentando la cantidad de trabajo excedente sin afectar la de trabajo necesario.
· Depresión de los salarios más debajo de su valor
· Sobrepoblación relativa; la existencia de trabajadores desocupados conduce a la instalación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital relativamente baja y a una tasa de la ganancia relativamente alta.
· Comercio exterior, hace posible adquirir materias primas y artículos necesarios para la vida, más baratos que si se produjeran en el país.
Con todo ello será fácil advertir que el análisis de Marx no es ni sistemático ni completo.
Una crítica de la ley; supongamos que la productividad del trabajo se duplica, entonces, puesto que la tasa de la plusvalía inalterable supone que el obrero trabaja la misma cantidad de tiempo para si y la misma cantidad para el capitalista, resulta que la producción total física representada por el salario como la producción total física representada por la plusvalía se han duplicado también. Una de las características que distinguen al capitalismo es que el trabajo pasado, en forma de capital constante, tiene una relación de competencia con el trabajo viviente y frena las demandas de este último. La suposición de una tasa constante de la plusvalía con la productividad ascendente del trabajo parece pasar por alto este efecto. Tenemos que suponer que la creciente composición orgánica del capital marcha pari passu con la tasa ascendente de la plusvalía. La tasa de la ganancia bajará si el porcentaje de aumento de la tasa de la plusvalía es menor que el porcentaje de disminución en la proporción del capital variable con respecto al capital total. De esta forma ¿es lícito suponer que los cambios en la composición orgánica del capital serán tan superiores a los cambios en la tasa de la plusvalía que los primeros dominarán los movimientos en la tasa de la ganancia? Si es así, la suposición de Marx de una tasa constante de la plusvalía podría considerarse útil. La mayoría de los escritores marxistas han pensado lo mismo. Pero la composición orgánica del capital es una expresión de valor y el crecimiento en el volumen de maquinaria y materiales por obrero no debe considerarse como un índice del cambio en la composición orgánica del capital. Sería preferible mirar primero el aumento “original” en la composición orgánica para observar los efectos de éste en la tasa de la ganancia. Podría afirmarse así que la tasa del aumento en la composición orgánica parecería mucho mayor y que solo una de las “causas contrarrestantes” impide que este hecho aparezca en las estadísticas. Aunque parece mejor usar la expresión “cambio en la composición orgánica del capital” en el sentido neto que toma en cuenta el abaratamiento de los elementos del capital constante.
La ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia de Marx no es muy convincente, no es posible demostrar una tendencia descendente de la tasa de la ganancia comenzando el análisis por la composición orgánica ascendente del capital.
Si los actos de los capitalistas tendrán éxito en la restauración de la tasa de la ganancia o si actuarán solamente para apresurar su descenso, es algo que no se puede apoyar en razones teóricas generales.
Los capitalistas sufren siempre la tentación de intentar un aumento en la tasa de la plusvalía por este medio, y no parece muy dudoso que el contrapeso que resulta a la tendencia descendente de la tasa de la ganancia sea continuo y pueda ser a veces importante. Además existen otras fuerzas tendentes a deprimir la tasa de la ganancia:
- Sindicatos; el ejército de reserva es el obstáculo más importante que impide a los trabajadores participar de las ventajas del desarrollo industrial. Para vencerlo los obreros se agrupan en obstáculos.
- Acción del estado en beneficio de los trabajadores; a través de: la limitación legal de la jornada de trabajo, el seguro de desempleo, y en EEUU la legislación destinada a salvaguardar el derecho de contratación colectiva.
- Organizaciones patronales; actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo.
- Exportación del capital; para mitigar la presión sobre el mercado de trabajo doméstico e impide que la acumulación tenga todo su efecto depresivo sobre la tasa de ganancia.
- Formación de monopolios; con la esperanza de mejorar su propia tasa de ganancia
- Acción del estado en beneficio del capital; por ejemplo con las tarifas protectoras.
Esta enumeración demuestra la gran variedad de fuerzas dispares y aparentemente sin relación, que tienen un foco en común en sus efectos sobre la tasa de ganacia.

LECTURA G. LONGO - MECANISMO INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Gino Longo dice que cada ciencia estudia un objeto concreto. Del determinado sector de la realidad que investiga la ciencia depende el método de Investigación. En cada etapa de la investigación científica, la ciencia da una determinada visión desde su sector de realidad.
El primer paso de una investigación es la observación de hechos. La investigación tiene por tarea la selección de hechos significantes, descubrimiento de relaciones entre los hechos y la evidencia de aspectos sustanciales o significativos de cada hecho.
Después hay que formular una hipótesis lógica y coherente sobre los conjuntos de los hechos.
En tercero paso contiene una comprobación muy exacta si la realidad de los hechos es como la hipótesis dice.
En la última etapa de una investigación científica hay que modificar o sustituir la hipótesis correspondiente con los resultados de la comprobación.
Los pasos tienen que ser repetido probablemente, si necesito, hasta el infinito.
Y porque cada observación depende al investigador, un buen investigador trabaja también con las observaciones, los descubrimientos y análisis de otros investigadores. El conjunto de realidades relativas forme la realidad absoluta.
Además de la teoría, una parte muy importante es la práctica.